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Decálogo para la pastoral familiar
Autor
 Jesús de las Heras Muela

 

  1. Dios, que es familia, quiere a la familia como una de las realidades más fundamentales de la humanidad.

  2. La familia se constituye para los cristianos sobre el matrimonio canónico, que es sacramento de Jesucristo e imagen de su amor y unión con la Iglesia.

  3. El matrimonio cristiano, base de la familia, es uno e indisoluble y sólo se debe contraer entre un hombre y una mujer por amor y con libertad y consentimiento.

  4. El matrimonio y la familia cristianos deben estar abiertos por su misma naturaleza a la vida desde el primer instante de su concepción hasta su ocaso natural. La vida es siempre don y rostro de Dios, el autor de la vida. Los hijos son el fruto, la corona y la prenda de la familia.

  5. La familia debe buscar tanto el bien de los cónyuges como el bien de los hijos, que suelen ser inseparables.

  6. La familia, asentada sobre la roca firme del amor y de los valores cristianos, es el sagrario del encuentro, del diálogo, de la comprensión, de la tolerancia, de la escucha, de la comunión, del perdón, de la reconciliación y de la paz.

  7. La familia es la mejor escuela de las auténticas virtudes y valores humanos, sociales y cristianos. El ejemplo y el testimonio de vida son la mejor de las pedagogías para ello.

  8. La familia es el primer templo, el mejor santuario, el mayor semillero vocacional.

  9. La familia, origen y destino del ser humano, así querido por Dios, debe estar protegida, en todos los ámbitos, por la sociedad y por sus autoridades.

  10. La familia es lo mejor que tenemos porque la familia es amor y nada hay mejor que el amor.

 
 Fuente:

Revista Ecclesia

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